DUELO

DUELO

Casi todos pasamos alguna vez en la vida por una fase de luto o duelo ante la pérdida de un ser querido, pero con frecuencia es algo de lo que nos cuesta hablar.

Aunque hay algunas fases del duelo reconocibles e identificadas por la psicología, el duelo es distinto para cada persona y, según los expertos, no es algo que necesariamente debamos o logremos “superar”.

El punto de partida para entender y aceptar esa pérdida es aceptar la muerte y el consecuente dolor como algo natural. El usar palabras como “siempre”, “nunca” y “absolutamente” puede llevarnos a no lograr superar esta etapa.

“La muerte es parte de la vida. Va a pasar. Todos vamos a sentir tristeza, todos vamos a echar de menos a alguien, todos vamos a morir, es así”.

“En el pasado pensábamos que con el tiempo ese dolor se hacía más pequeño y desaparecía. Pero el enfoque ahora es que ese dolor se mantiene tal y como está, pero nuestra vida crece alrededor de éste”.

“Así, aunque experimentamos muchas otras cosas nuevas en nuestras vidas, el duelo se queda dentro. Y en ciertos momentos, como en los cumpleaños, los aniversarios, en Navidad, y en otras ocasiones volvemos a sumergimos directamente en ese dolor”.

¿Qué es un proceso de duelo?

 El duelo es el proceso psicológico que se produce tras una pérdida, una ausencia, una muerte o un abandono. Es diferente para cada persona. Se pueden sufrir diferentes síntomas emocionales y físicos como: ansiedad, miedo, culpa, confusión, negación, depresión, tristeza, shock emocional, etc.

 ¿Cuáles son las características del duelo?

La principal característica del duelo es que puede conllevar consecuencias tanto físicas como emocionales y por lo general supone un desequilibrio de todo nuestro comportamiento manifestándose por medio de sentimientos como la tristeza, la desilusión, el sufrimiento y en consecuencia un dolor profundo por nuestra pérdida.

Existen etapas en el duelo o luto

Etapa de la negación

Esa negación puede inicialmente amortiguar el golpe de la muerte de un ser querido y aplazar parte del dolor, pero esta etapa no puede ser indefinida porque en algún momento chocará con la realidad.

Etapa de la ira

En esta fase son característicos los sentimientos de rabia y resentimiento, así como la búsqueda de responsables o culpables.

La ira aparece ante la frustración de que la muerte es irreversible, de que no hay solución posible y se puede proyectar esa rabia hacia el entorno, incluidas otras personas allegadas.

Etapa de la negociación

En esta fase las personas fantasean con la idea de que se puede revertir o cambiar el hecho de la muerte. Es común preguntarse ¿qué habría pasado si…? o pensar en estrategias que habrían evitado el resultado final, como ¿y si hubiera hecho esto o lo otro?

Etapa de la depresión

La tristeza profunda y la sensación de vacío son características de esta fase, cuyo nombre no se refiere a una depresión clínica, como un problema de salud mental, sino a un conjunto de emociones vinculadas a la tristeza naturales ante la pérdida de un ser querido.

Algunas personas pueden sentir que no tienen incentivos para continuar viviendo en su día a día sin la persona que murió y pueden aislarse de su entorno.

 Etapa de la aceptación

Una vez aceptada la pérdida, las personas en duelo aprenden a convivir con su dolor emocional en un mundo en el que el ser querido ya no está. Con el tiempo recuperan su capacidad de experimentar alegría y placer.

Pero según los expertos las personas no pasan necesariamente por todas estas etapas ni en ese orden específico, así que el duelo se puede manifestar de distintas maneras y en momentos diferentes para cada persona.

¿Cuánto tiempo dura el proceso de duelo?

Diferentes autores han establecido que el proceso de duelo por una ruptura de este tipo tiene una duración aproximada de entre seis meses y dos años. Y el tiempo de superación dependerá de diferentes factores dependiendo del tipo de pérdida.

¿Cuándo el duelo se vuelve un problema?

 Un duelo complicado sucede cuando la persona se queda totalmente paralizada.

“Puede ser que su red social haya colapsado con la persona que murió, puede ser que dependiera de su pareja para todo y con su muerte la persona sienta que ya no le quede nada, o puede ser porque ya tenía una depresión o una ansiedad y la muerte del ser querido la empeora…”.

Este tipo de situaciones puede resultar en casos más complejos.

¿Cómo ayudarte a ti mismo o a alguien en duelo?

El duelo es inevitable pero tremendamente individual, así que  ¿cuáles son las mejores estrategias para sobrellevarlo?

Lo primero es decir como uno se siente, hablar de cómo te sientes: “con el médico, con amigos, con tus padres, encuentra a alguien con quien hablar”, es lo sugerido. Dentro de nuestro ámbito tenemos redes que nos pueden ayudar.

Cuando no tenemos redes, tenemos que buscar ayuda profesional, quedarnos en silencio y que esto afecte nuestra calidad de vida, sería un paso para algo más complicado en nuestra salud mental.

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